En un contexto donde la confianza, la reputación y la influencia son factores clave para construir negocios, las estrategias de marca personal —también conocidas como Los 5 errores más comunes al posicionar a líderes B2B— están cada vez más presentes en la agenda de los líderes B2B.
Y es que una marca personal sólida puede abrir innumerables oportunidades comerciales. De hecho, según Forbes, el 77 % de los consumidores tienen más probabilidades de comprar cuando el CEO de la empresa es activo en entornos digitales¹.
Sin embargo, aunque hoy muchos líderes entienden la importancia de tener una voz activa en entornos B2B, pocos saben cómo construirla de forma estratégica. Y menos aún, cómo convertir su marca personal en un verdadero activo para el negocio.
Porque el posicionamiento no se improvisa, se construye con estrategia y propósito: Estos son los 5 errores más comunes que pueden frenar el posicionamiento de un líder en entornos B2B.
Como revisamos antes, la construcción de una marca personal es clave para abrir nuevas oportunidades de negocio, pero además es una herramienta esencial para:
Sin embargo, cuando el personal branding no está alineado con los objetivos corporativos, pierde efectividad como solución estratégica, por lo tanto, deja de aportar valor al negocio.
¿La solución? Implementar acciones que integren la construcción de la marca personal a la estrategia general de la organización, amplificando sus mensajes clave y reforzando su propuesta de valor desde una perspectiva humana.
Error 2: Comunicar sólo lo que se hace, no lo que se cree
Muchas veces, quienes están a cargo de construir una estrategia de personal branding cometen el error de centrar la comunicación únicamente en las acciones, logros o cargos del líder.
Aunque estos elementos son relevantes para fortalecer la credibilidad, no son suficientes cuando lo que se busca es construir una marca personal sólida y auténtica.
Lo que realmente genera valor es la capacidad que tiene un líder para expresar con claridad qué cree, cómo interpreta los desafíos de su industria y qué visión tiene sobre el futuro de su sector.
Por lo tanto, la clave para construir una estrategia de marca personal efectiva, está en integrar la experiencia profesional con una visión propia que genere confianza y autenticidad.
Error 3: Ceder por completo la voz del líder
Delegar la estrategia de personal branding a un equipo externo sin participar activamente en su desarrollo puede ser un error crítico.
Si bien, el apoyo especializado es clave, la construcción de una marca personal requiere la participación directa del líder para asegurar coherencia y éxito.
La desvinculación total podría derivar en un discurso genérico, despersonalizado o desconectado del contexto real. Esto no solo afecta la autenticidad del discurso, sino también la capacidad de generar conexión con audiencias clave.
En efecto, la colaboración y el trabajo en equipo, es una práctica fundamental para alinear ideas, tono y expectativas. Solo así es posible construir una estrategia de marca personal sólida y que resuene con el público objetivo.
Error 4: Publicar sin una línea editorial estratégica
Tener presencia en canales digitales no es lo mismo que construir posicionamiento estratégico.
Un líder puede compartir contenido con frecuencia, pero si esa comunicación no está alineada a una narrativa estratégica, difícilmente tendrá un impacto real. El mensaje corre el riesgo de volverse disperso, inconsistente o irrelevante.
La narrativa es el marco que organiza la comunicación en torno a objetivos preestablecidos. Define el rol que el líder quiere asumir dentro de su industria, los temas que va a priorizar y la perspectiva desde la cual los va a abordar.
Por lo tanto, es clave entender que una marca personal efectiva no se construye con publicaciones aisladas, sino con una línea editorial coherente, que se alinee con los desafíos del negocio y del entorno en el que opera.
Uno de los errores más comunes en la construcción de marca personal es el enfoque excesivamente autorreferente.
xxx como publicaciones centradas únicamente en logros, reconocimientos, participaciones o fotos en eventos pueden proyectar validación, pero no necesariamente posicionan al líder como una figura influyente.
El liderazgo visible en entornos B2B se basa en la capacidad de generar valor desde la experiencia propia. Lo que distingue a un referente no es su recorrido profesional en sí, sino cómo ese recorrido se transforma en ideas, aprendizajes o herramientas útiles para otros.
Una comunicación centrada exclusivamente en lo individual corre el riesgo de convertirse en autopromoción sin propósito. En cambio, cuando el foco está puesto en aportar a la conversación de la industria, se genera reputación, influencia y legitimidad.
En resumen, el verdadero liderazgo se ejerce cuando la voz personal se convierte en una extensión estratégica del negocio: coherente, confiable y con propósito. Esa es la diferencia entre tener presencia y generar influencia.
Fuentes: